El sol es abrasador en ese penúltimo día del mes de Marzo.
Brilla con fuerza, con intensidad, desprendiendo alegría, vitalidad, pero sobre
todo calor.
Noelia opta por quitarse la chaqueta de que lleva y quedarse
en mangas cortas.
-Hace mucho calor ¿verdad? – Le pregunta mientas se recuesta
un poco en su portal.
Después de dejar a Daniela, Raúl ha insistido tanto, a pesar de que ella pensaba que era demasiado,
en acompañarla hasta la misma puerta de sus casa. ¡Este chico es todo un
cabalero!
No hay respuesta articulada por Raúl, pero el que si
responde es su estomago rugiendo por el hambre.
-Creo que debería irme… Pero no
quiero comer judías blancas ¡Las odio!
Noelia se compadece, sí, ella
también las odia. Puede soportal algunos tipos de legumbre, pero las judías
blancas…
-¿Quieres quedarte a comer en
casa? Mi madre esta donde mi abuela, tiene medico pronto, mi hermano como en la
universidad y mi padre en el trabajo, Además, ¡hago unos macarrones para
chuparte los dedos!
Esa pregunta coge desprevenido a
Raúl. Odia las judías blancas… y si Noelia dice que sus macarrones están muy
buenos…
- Vale, acepto.
Se levantan. Sonrisas cómplices. La llave gira una vez en la
puerta del portal. Suben las escaleras. La llave vuelve a girar pero esta vez
en una de las puertas del primer piso. Segunda puerta a la izquierda.
Raúl se queda unos segundos contemplando la habitación.
Noelia coloca la chaqueta en la silla y deja el bolso.
-¿Qué miras?
-¿Sabías que las habitaciones dicen mucho de la gente?
-¿Eres psicólogo o algo parecido?
Raúl ríe.
-No, claro que no, pero
una vez leí en no se donde, que dependiendo de cómo fuera tu habitación
era tu personalidad.
-A ver… Sorpréndeme- Le reta ella.
-La habitación es morado claro, eso quiere decir que eres
tranquila. Aquellos libros que tienes en la estantería encima de la cama –
Señala a la izquierda donde está la cama – Indica que te gusta leer, y por lo
que veo todos son de amor, es decir que eres una romántica. El espejo – Le
señala – Que eres coqueta. Esas banderas, que te gustaría viajar por todo el
mundo. Las fotos con tus amigas, que las consideras todo un tesoro para ti. Los
discos de todos estos cantantes y grupos, que la música te da la vida. Los
peluches que tienes encima de la cama, que aunque seas una adolescente, te
gusta recordar tu infancia. La colonia de vainilla, que te gusta tener un aroma
que la gente reconoce. Los pintauñas que tienes en estas estanterías de aquí –
Señala las dos estanterías que están encima del escritorio, al lado izquierdo
de la habitación. -, las sombras y todos
estos utensilios de maquillaje, que te preocupa tu imagen. ¿Tenía razón o no?
Noelia está asombrada. Ha acertado en todas y cada una de
las cosas que ha dicho. Había cosas que eran de esperar, pero no, la verdad es
que aun que quiera negarlo, la ha sorprendido.
-
Pues… mírate lo de ser psicólogo, creo que serías muy
bueno. - Raúl vuelve a soltar otra carcajada y su estomago ruge de nuevo. –
Vale, vale… voy a ir haciendo la pasta…
Noelia va hacia la cocina. De uno de los estantes saca una
cacerola, la llena de agua y la pone al fuego. Saca un gran bol y lo llena de
la cantidad exacta de macarrones para dos personas. Saca dos platos hondos, dos
vasos, dos servilletas y dos tenedores y los coloca en la mesa de la cocida.
Mientras tanto el agua ya está hirviendo. Un poco de sal y los macarrones a la
cacerola.
Más tarde, los macarrones están hechos. Son de los rizados y
de colores, llevan bacome, orégano y queso rallado. Sinceramente están
exquisitos.
-
Mmmmmm ¡Buenísimos! Eres muy buena cocinera.
-
Gracias.
Recogen y friegan todo lo que han ensuciado gracias a un
trabajo en equipo. Vuelven a la habitación de Noelia. Pulsa el botón de On de
su equipo de música y aparece la radio, Europa FM. Suena Without you de David
Guetta.
-Ven – Extiende su mano para que Raúl la agarre – Te voy a
enseñar mi rincón favorito de casa.
Noelia descorre la cortina que llega hasta el suelo de su
habitación, abre la puerta de cristal y salen a la terraza.
Las vistas dejan sin palabras a Raúl. Es un primero, un
primero no muy alto, pero del cual puedes ver perfectamente la fachada trasera
del Palacio Real y de la catedral de la Almudena, el río manzanares y el campo
del moro. (Algo como esto http://www.fotomadrid.com/fotos/amc00281.jpg
)
-¿Te gusta?
-Te cambio mi casa por estas vistas.
-¿Bromeas? Para nada.
Alguna que otra carcajada, sonrisas cómplices. Ambos miran
hacia el horizonte bañados por el sol.
-¿Es fantástico no? Levantarse todas las mañanas, salir a la
terraza y tener estas vistas.
-Sí, la verdad es que sí. Cuando necesito pensar, estar sola
y meditar me vengo aquí a fuera, coloco una silla y miro enfrente. Simplemente
lo hago, intento no pensar en nada y relajarme.
-Es relajante.
Silencio. Están hombro con hombro, rozándose. Manos apoyadas
en la barandilla. La canción termina y empieza otra Just the way you are de
Bruno Mars.
-Estoy enamorada de esta canción. –Es apenas un susurro lo
que sale de la boca de Noelia. Le mira y sonríe.
-Her eyes,
her eyes, make the stars look like they´re not shining- Raúl canta susurrando. Se miran a los ojos, ella se pierde en
ese color grisáceo in igual, él como si nada sigue cantando. – her hair, her
hair, falls perfectly without her trying.- coje uno de los mechones del pelo de
Noelia y lo coloca detrás de la oreja. –She´s so beautiful and i tell her
everyday.
Noelia de estremece al tracto de él. Poco a poco como un
acto reflejo están más cerca. Él acaricia con el dedo índice la parte izquierda
del cuello de ella. Vuelve a estremecerse. Diez centímetros separan al uno del
otro.
Raúl mira sus labios, deseosos de besarlos. Ella sus ojos en
los que está perdida como naufraga en el mar.
-Cuz your
amazing just the way you are.
Es lo último que dice Raúl. Se acerca a ella, inclina la
cara ligeramente a la derecha. Quiere besarla, siente unas ganas enormes. Los
centímetros son escasos.
Puede notar el calor que desprende su cara, esa preciosa
cara de niña y adulta a la vez. Él separa los labios ligeramente y ella nota su
aliento.
En ese momento, tan molesto como cuando suena el timbre y
estás apunto de quedarte dormida, como cuando estás en la mejor parte del sueño
y lleva tu madre y te despierta, en ese momento suena el teléfono.
El tiempo se queda congelado, ambos no saben que hace. Se
miran a los ojos, intentando saber que piensa el otro. Nada, el teléfono sigue
insistiendo.
Noelia abandona su mirada y entra de nuevo a casa.
Raúl golpea con su puño la barandilla. Tres segundos más,
tres segundos más y la hubiera besado.
-¿Si?... Sí mama, ya
he comido…. He hecho unos macarrones… No… Bien, he aprobado todas, cuando
vengas las ves… No, no me pasa nada, es solo que estoy un poco cansada… Vale
mama… Adiós.
En esos instantes, ambos piensan que una oportunidad se les ha escapado
de las manos y todo por la maldita llamada.
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Eh aquí el capitulo. Siento haber tardado tanto de verdad :$ Espero que os guste.
Cualquier cosa ya sabéis o por Twitter o por un comentario.
ME gustaría que los que leéis la novela me pusierais un tweet en mi twitter ya sea @PatriAlonso18 o en @Eurotugas así si queréis os puedo avisar para el siguiente capitulo.
Los que tengan cuenta blogger porfis comentarme por el blog que me hace mucha ilusión y los que no pues pueden dejar un comentario como anónimos.
Un beso PRECIOSOS!