Capitulo 11: No dejes de sonreír.


Sigue lloviendo en la capital. No ha parado ni un solo segundo desde que sintió la primera gota caer en su cabeza. Sus ropas están empapadas y está tiritando. Pulsa el timbre.
-¿Sí?
-Soy yo… - Contesta con una voz débil.
Se oye un “Pi” intensivo. Noelia empuja la valla de la entrada.
Antes de que pueda cerrarse él ya está allí afuera, debajo de su porche con preocupación. Sus miradas se encuentran, ninguno dice nada. Ella sigue empapándose debajo de la lluvia. Entonces él va hacia ella. La abraza. No le importe que esté mojada o que la lluvia le esté mojando a él también en estos momentos. Vuelven los llantos.
-Shhh Noelia no llores. Ven vamos dentro.
Sin soltarla en ningún momento la lleva hacia la casa. Cierra la puerta.
-Espera aquí, que voy a por algo con lo que secarte, estás mojada. –Coje unas toallas–Pontéelas.
-Gracias- Responde en un susurro.

Ambos se sientan en el sofá del salón, miran a la tele apagada. Nada, silencio.
Noelia respira hondo, y vuelve ese dolor a su pecho, ese bombardeo rápido y fuerte que lo nota en sus orejas. No quiere, no quiere derrochar una lágrima más y menos delante de él, pero no puede. Silenciosa sale de su ojo.

-Shh… Noe tranquila. Lo llores, no llores más, nadie se merece que tú derroches una lagrima por él.- La abraza.
-¿Nadie? ¿De verdad? ¿No merece la pena que llore por que Dani se ha enfadado conmigo sin  ningún motivo? – La voz es entrecortada por las lágrimas. Raúl se asombra ¿Daniela y ella enfadadas? ¿Cómo es eso? - ¿Qué esté aquí llorando, que recurra a ti por que pienso que eres la única persona que me queda? ¿Qué las otras Golosas puede que también estén enfadas conmigo? Raúl, no quiero llorar pero no me queda otra salida. ¿Sabes lo que me ha dolido que me diga que son mis amigas por pena? ¿Sabes el dolor que me ha causado? ¿Qué me diga a la cara que me desea lo peor?

Lágrimas y más lágrimas resbalan por su cara, estas ya no son silenciosas. Raúl lo único que puede hacer es abrazarla, le rompe el corazón verla así, por poder a ayudarla.

-Noelia nunca estarás sola, puedes recurrir a mí.
Levanta su mentón y la obliga a que le mire a los ojos.  Ella esboza una tímida sonrisa.
-Gracias Raúl, en estas tres semanas te he cogido mucho cariño, ahora eres muy importante para mi.
-Si, tú también eres importante para mí. – Esboza una sonrisa tímida y aparta la mirada unos escasos segundos, después vuelve a clavarla en sus ojos. – A demás, ¿a quien le importa Daniela si te lo puedes pasar bien conmigo?

Noelia sonríe, incluso saca alguna carcajada y se seca hasta la última lágrima que resbalaba por su rostro.

-De verdad Raúl, eres único, me sacas sonrisas.
-Por que es así como debes estar, sonriendo, siempre, mostrándote como eres, fuerte, feliz. Noelia, no dejes que nadie borre esa sonrisa, se fuerte por que lo importante es que no dejes de sonreír. 

Capitulo 10: Palabras que duelen.


-¿Entonces no sales?
-Si termino de arreglar todo el armario pronto si. De todas formas yo creo que para eso de las siete ya he terminado.
-Bueno vale, tú con lo que seas me llamas ¿vale?
-Vale… Oye Vane ¿vais a beber?
-Si, algo tenemos pensado comprar con los de clase ¿por qué?
-No, por nada... Borrachas.
-¡Habló!… Bueno adiós Noelia.
-Adiós Vanesa.

Cuelga el teléfono y vuelve a doblar otra camiseta que la mente nuevamente en el cajón. Sí, esta la gusta, no la va a tirar.

Coje las llaves de la estantería que hay a la entrada.
-Mama me voy.
-¿A dónde vas a hora? Son las siete y media.
-No me voy a quedar encerrada todo el día. A eso de las 10 vuelvo. Adiós.
Cierra la puerta, baja las escaleras y camina hacia el parque donde había las otras Golosas.

-Hola.- Saluda a alguno de los de su clase.
Responden con lo mismo, otro saludo. Sigue caminando por el parque. En uno de los bancos del parque ve a Daniela, está sola. Se acerca a ella y la saluda.

-¿Qué haces tu aquí sola?
-¿Y tu que pintas aquí? – Pregunta bastante borde.
-Pues aquí ¿No puedo venir?
-¿No has leído el cartel de la entrada? Pone: Perros no.
-Dani deja el baso anda, que beber no te sienta nada bien.- Intenta arrebatar el baso de su amiga.
-¡Que me sueltes! ¡Que no me toques! ¡Tú no eres nadie para tocarme! –se pine de pie y grita desesperadamente a su amiga.
- Daniela tranquilízate. ¿Se puede saber que te pasa?
-Yo estoy perfectamente, eres tu la que no estás bien, vas de amiguita y luego la clavas por detrás, donde más duele.
-Eh, echa el freno –Se levanta del banco donde antes se había sentado- ¿Se puede saber de que hablas? Yo no te he hecho nada.
-Ya, eso es lo que le dices a todo el mundo, que vas con esa cara de mosquita muerta pero en realidad tienes tela por detrás…
-¡Daniela que no se de que cojones me estás hablando!
-¡Que no me vaciles, lo sabes perfectamente, o si no piensa, piensa que seguro que lo sacas! ¡Que vamos contigo por pena, que nos das pena! Pero ahora no, ahora todo va a cambiar. ¡Te vas a quedar sola, sola! ¡No te quiere nadie! ¡A ver si aprendes a hacer amigos de verdad, porque los pierdes todos! ¡TODOS! Ojala te quedes sola y veas lo buena persona que eres. Y que sepas que esta vez, no me tragaré mi orgullo por ti.

Noelia tiene un nudo en el pecho, que con cada grito ha ido agrandándose, más y más. Quiere morirse, quiere pedir explicaciones, pero lo único que puede hacer es correr, correr y correr, huir de ese lugar, de sus palabras, de su desprecio. De tantas palabras que no entiende pero que duelen.
Camina sin rumbo, si ninguna dirección, solo guiándose por su corazón. Cree haber odio un trueno pero no está segura, sus odios la pitan, el corazón la palpita muy, muy fuerte y sus ojos están rojos, llenos de lagrimas retenidas apunto de sacarlas al exterior.
Siente que algo cae sobre su pelo. Se toca el pelo, y en su mano vuelve a caer lo mismo, una gota. Vuelve a escuchar otro trueno, esta vez con más claridad, junto con un relámpago que ilumina el cielo del crepúsculo y acto seguido, las gotas caen una detrás de otra. Empieza una lluvia suave y diez segundos más tarde, otro trueno estalla en la ciudad y llueve más y más rápido.
Noelia para, coje aire, se apoya en una pared de un edificio, y se deja caer. El agua la empapa totalmente. Respira agitada, su pecho sube y baja a gran velocidad.  Sonríe irónica al horizonte. Los ojos la escuecen, han derramado demasiadas lágrimas. Se levanta torpemente ayudándose de la pared. Mira hacia el cielo, con esa mezcla de gris y rosa oscuro. La lluvia sigue empapándola, y entonces empieza a gritar, mientras sigue llorando. Siente impotencia, rabia, dolor.
Para, para de girar, de gritar. Ya tiene claro a donde ir, es lo que necesita para olvidar todo ese dolor amargo que siente en su interior. 
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Hola :) Lo primero muchísimas gracias por leer, y o segundo lo siento, he tardado mucho :$ 
Se que el capitulo es un poco caca, quería extenderlo más... pero estoy escasa de ideas. 
Por cierto, quien quiera que le avise por Twitter que me lo diga a @PatriAlonso18 y yo os aviso. Una vez más gracias por leer. BESITOS! 

Capitulo 9: Just the way you are.


El sol es abrasador en ese penúltimo día del mes de Marzo. Brilla con fuerza, con intensidad, desprendiendo alegría, vitalidad, pero sobre todo calor.

Noelia opta por quitarse la chaqueta de que lleva y quedarse en mangas cortas.
-Hace mucho calor ¿verdad? – Le pregunta mientas se recuesta un poco en su portal.
Después de dejar a Daniela, Raúl ha insistido tanto, a  pesar de que ella pensaba que era demasiado, en acompañarla hasta la misma puerta de sus casa. ¡Este chico es todo un cabalero!
No hay respuesta articulada por Raúl, pero el que si responde es su estomago rugiendo por el hambre.
-Creo que debería irme… Pero no quiero comer judías blancas ¡Las odio!              
Noelia se compadece, sí, ella también las odia. Puede soportal algunos tipos de legumbre, pero las judías blancas…
-¿Quieres quedarte a comer en casa? Mi madre esta donde mi abuela, tiene medico pronto, mi hermano como en la universidad y mi padre en el trabajo, Además, ¡hago unos macarrones para chuparte los dedos!
Esa pregunta coge desprevenido a Raúl. Odia las judías blancas… y si Noelia dice que sus macarrones están muy buenos…
- Vale, acepto.
Se levantan. Sonrisas cómplices. La llave gira una vez en la puerta del portal. Suben las escaleras. La llave vuelve a girar pero esta vez en una de las puertas del primer piso. Segunda puerta a la izquierda.

Raúl se queda unos segundos contemplando la habitación. Noelia coloca la chaqueta en la silla y deja el bolso.
-¿Qué miras?
-¿Sabías que las habitaciones dicen mucho de la gente?
-¿Eres psicólogo o algo parecido?
Raúl ríe.
-No, claro que no, pero  una vez leí en no se donde, que dependiendo de cómo fuera tu habitación era tu personalidad.
-A ver… Sorpréndeme- Le reta ella.
-La habitación es morado claro, eso quiere decir que eres tranquila. Aquellos libros que tienes en la estantería encima de la cama – Señala a la izquierda donde está la cama – Indica que te gusta leer, y por lo que veo todos son de amor, es decir que eres una romántica. El espejo – Le señala – Que eres coqueta. Esas banderas, que te gustaría viajar por todo el mundo. Las fotos con tus amigas, que las consideras todo un tesoro para ti. Los discos de todos estos cantantes y grupos, que la música te da la vida. Los peluches que tienes encima de la cama, que aunque seas una adolescente, te gusta recordar tu infancia. La colonia de vainilla, que te gusta tener un aroma que la gente reconoce. Los pintauñas que tienes en estas estanterías de aquí – Señala las dos estanterías que están encima del escritorio, al lado izquierdo de la habitación. -,  las sombras y todos estos utensilios de maquillaje, que te preocupa tu imagen. ¿Tenía razón o no?
Noelia está asombrada. Ha acertado en todas y cada una de las cosas que ha dicho. Había cosas que eran de esperar, pero no, la verdad es que aun que quiera negarlo, la ha sorprendido.
-         Pues… mírate lo de ser psicólogo, creo que serías muy bueno. - Raúl vuelve a soltar otra carcajada y su estomago ruge de nuevo. – Vale, vale… voy a ir haciendo la pasta…

Noelia va hacia la cocina. De uno de los estantes saca una cacerola, la llena de agua y la pone al fuego. Saca un gran bol y lo llena de la cantidad exacta de macarrones para dos personas. Saca dos platos hondos, dos vasos, dos servilletas y dos tenedores y los coloca en la mesa de la cocida. Mientras tanto el agua ya está hirviendo. Un poco de sal y los macarrones a la cacerola.
Más tarde, los macarrones están hechos. Son de los rizados y de colores, llevan bacome, orégano y queso rallado. Sinceramente están exquisitos.

-         Mmmmmm ¡Buenísimos! Eres muy buena cocinera.
-         Gracias.
Recogen y friegan todo lo que han ensuciado gracias a un trabajo en equipo. Vuelven a la habitación de Noelia. Pulsa el botón de On de su equipo de música y aparece la radio, Europa FM. Suena Without you de David Guetta.
-Ven – Extiende su mano para que Raúl la agarre – Te voy a enseñar mi rincón favorito de casa.
Noelia descorre la cortina que llega hasta el suelo de su habitación, abre la puerta de cristal y salen a la terraza.

Las vistas dejan sin palabras a Raúl. Es un primero, un primero no muy alto, pero del cual puedes ver perfectamente la fachada trasera del Palacio Real y de la catedral de la Almudena, el río manzanares y el campo del moro. (Algo como esto http://www.fotomadrid.com/fotos/amc00281.jpg )
-¿Te gusta?
-Te cambio mi casa por estas vistas.
-¿Bromeas? Para nada.
Alguna que otra carcajada, sonrisas cómplices. Ambos miran hacia el horizonte bañados por el sol.
-¿Es fantástico no? Levantarse todas las mañanas, salir a la terraza y tener estas vistas.
-Sí, la verdad es que sí. Cuando necesito pensar, estar sola y meditar me vengo aquí a fuera, coloco una silla y miro enfrente. Simplemente lo hago, intento no pensar en nada y relajarme.
-Es relajante.
Silencio. Están hombro con hombro, rozándose. Manos apoyadas en la barandilla. La canción termina y empieza otra Just the way you are de Bruno Mars.
-Estoy enamorada de esta canción. –Es apenas un susurro lo que sale de la boca de Noelia. Le mira y sonríe.
-Her eyes, her eyes, make the stars look like they´re not shining- Raúl canta susurrando. Se miran a los ojos, ella se pierde en ese color grisáceo in igual, él como si nada sigue cantando. – her hair, her hair, falls perfectly without her trying.- coje uno de los mechones del pelo de Noelia y lo coloca detrás de la oreja. –She´s so beautiful and i tell her everyday.
Noelia de estremece al tracto de él. Poco a poco como un acto reflejo están más cerca. Él acaricia con el dedo índice la parte izquierda del cuello de ella. Vuelve a estremecerse. Diez centímetros separan al uno del otro.
Raúl mira sus labios, deseosos de besarlos. Ella sus ojos en los que está perdida como naufraga en el mar.

-Cuz your amazing just the way you are.
Es lo último que dice Raúl. Se acerca a ella, inclina la cara ligeramente a la derecha. Quiere besarla, siente unas ganas enormes. Los centímetros son escasos.
Puede notar el calor que desprende su cara, esa preciosa cara de niña y adulta a la vez. Él separa los labios ligeramente y ella nota su aliento.

En ese momento, tan molesto como cuando suena el timbre y estás apunto de quedarte dormida, como cuando estás en la mejor parte del sueño y lleva tu madre y te despierta, en ese momento suena el teléfono.

El tiempo se queda congelado, ambos no saben que hace. Se miran a los ojos, intentando saber que piensa el otro. Nada, el teléfono sigue insistiendo.
Noelia abandona su mirada y entra de nuevo a casa.
Raúl golpea con su puño la barandilla. Tres segundos más, tres segundos más y la hubiera besado.
 -¿Si?... Sí mama, ya he comido…. He hecho unos macarrones… No… Bien, he aprobado todas, cuando vengas las ves… No, no me pasa nada, es solo que estoy un poco cansada… Vale mama… Adiós.

En esos instantes, ambos piensan que una oportunidad se les ha escapado de las manos y todo por la maldita llamada. 


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Eh aquí el capitulo. Siento haber tardado tanto de verdad :$ Espero que os guste.
Cualquier cosa ya sabéis o por Twitter o por un comentario.
ME gustaría que los que leéis la novela me pusierais un tweet en mi twitter ya sea @PatriAlonso18 o en @Eurotugas así si queréis os puedo avisar para el siguiente capitulo. 
Los que tengan cuenta blogger porfis comentarme por el blog que me hace mucha ilusión y los que no pues pueden dejar un comentario como anónimos.
Un beso PRECIOSOS! 

Capitulo 8: Comienzan las vacaciones.


Domingo, lunes, martes y miércoles.
Esos cuatro días han pasado muy deprisa. Los exámenes están todos terminados y últimamente solo se iba al instituto a calentar el asiento. 
Son exactamente las doce y treinta y ocho de la mañana del jueves. Muchos alumnos están impacientes. Los sobres blancos están en la mesa de la tutora.
-…Vale chicos, pues creo que eso es todo. Ahora os vais a ir acercando por orden de lista a recoger vuestras notas. –Termina diciendo la tutora de 4º A cuando finaliza el discurso a sus alumnos.
Ana, la chica que encabeza la lista de los alumnos de 4º A se levanta de su asiento y va hacia la mesa de la tutora. Recoge el primer sobre y se despide de la profesora con un “Feliz semana santa” y sale de clase mientras mira lo que contiene sus notas.
Noelia es la siguiente. Vacila para coger su sobre. Sabe la mayoría de las notas, son todas aprobadas hasta el momento, pero el francés es su debilidad y no esta muy segura de su nota.
-Adiós profesora.
-Adiós Noelia. Felices fiestas.
Sale de clase haciendo un gesto a Dennise como que la espera a fuera.
Abre el sobre ya en el pasillo y empieza a leer atentamente. Lengua, historia, ingles, latín… No se lo puede creer. Contenta, llena de alegría se la escapa un pequeño grito. Si, ha aprobado todas. Absolutamente todas.
Se gira y ver salir de la clase continua a su amiga.
-¡Rubia!
-¡Noelia, que he aprobado!
Vanesa salta de alegría. La verdad es que física y química no se la da nada bien y casi cree un milagro el haber aprobado.
Daniela y Dennise sale a la vez de sus respectivas aulas.
-¡Ninguna!- Grita Daniela
-¿Y tu Dee?
-Solo ingles. No esta nada mal.
Dennise es la peor estudiante de Las golosas, y que solo haya suspendido una es prácticamente un milagro.
-¿Vamos al centro comercial?
-Si, creo que necesitamos un descanso.
 Las cuatro amigas caminan en dirección hasta el cetro comercial. En apenas quince minutos ya están. Pasan casi toda la mañana en el centro comercial, sin hacer nada en especial, solo matando el tiempo.

-Vamos a entrar un momento al la tienda de libros, quiero mirar una cosa antes de irnos –Comenta Noelia. Son la una y media pasadas, pronto deben llegar a casa par ala hora de comer.
Entrar y se paran en el estante de la izquierda mirando los libros. Noelia rebusca entre todos los libros el que quiere, “Cállame con un beso” mientras que sus amigas se van a otro estante donde hay varios calendarios de ciudades, poster y todo tipo de cosas.
-¡Eh! – Noelia gira hacia la entrada de la tienda y ve en el pasillo del centro comercial a cuatro chicos, tres de ellos que conoce y a dos chicas que las acompañan.
-¡Hola! –Deja el libro, los saluda con la mano y sale a su encuentro.
Dos besos a los conocidos.
-¿Qué tal estas?
-Muy bien ¿Y vosotros?
-También. Te presento, esta es Lucia, mi novia. –Le indica Manuel.
Noelia se asombra. Ella no tenía ni idea que Manuel tuviera novia, el sábado pasado no nombro nada de eso.
Se acerca y da dos besos a esa chica. Es bastante guapa. Con el pelo castaño claro, casi como el suyo, pero los ojos son completamente distintos a los suyos. Los de aquella chica son marrones, un marrón común.
-Encantada
-Lo mismo digo Noelia.
-Esta es Cris, la hermana de Raúl.-Señala a la otra chica.
Noelia sabía que Raúl tenía una hermana, pero imaginó que sería la típica chica de veintipocos años con trabajo, un novio que la recoge cuando sale de el y con planes de bodas. Pero ahora que la ve, piensa todo lo contrario. Cristina es más baja que su hermano, más bien, más baja que ella, y eso que Noelia mide uno sesenta y poco. Tiene el flequillo recto, el pelo de un moreno un poco más oscuro que el de su hermano y la cara en forma de corazón. La verdad es que no se parecen en cada. Ni en el color de ojos. Ese precioso color grisáceo con el toque de azul Cris no lo tiene. Ella tiene los ojos oscuros. La mira una vez más. ¿Cuántos años tendrá? Dieciséis como su hermano, o tal vez uno más, pero no se llevan mucha diferencia.
-Y este es Víctor…
-Un amigo –Aclara Cristina. Dos besos más.
-¿Qué haces tu aquí sola? ¿Y las demás?- Pregunta Adrián mirando de un lado a otro.
-Están dentro mirando unas cosas… ¿Y vosotros que hacéis aquí?
-Vivimos al otro lado de charco ¿recuerdas?
Todos ríen ante el comentario de Raúl. “El charco” como él ha dicho es el río Manzanares. Las golosas viven en la parte de la izquierda, y ellos en la derecha, la que va en dirección al centro de la ciudad.
-¡Hola! Cuanta gente… - Saluda alegremente Vanesa.
-¿Ya habéis terminado de mirar lo que estuvierais mirando?
-Si, pero no había lo que queríamos… Aunque la verdad es que no queríamos nada, solo estábamos mirando. Oye es muy tarde, yo me voy ya, tengo que llegar pronto. ¡Adiós a todos!- Se despide rápidamente Vanesa y corre hacia la salida.
-¡Tía espera que yo también llego tarde! ¡Adiós chicos! – Dennise se despide y corre para alcanzar a su amiga.
-Menudo recibimiento…
-Adrián no se lo tengas en cuenta… Vane es una caga prisas.
-La verdad es que es un poco tarde, yo también tendría que irme. Me han quedado dos, y no quiero que me castiguen si encima llego tarde. ¿Vosotros que hacéis, os quedáis?
-Lucia y yo nos vamos a comer ya.
-Y nosotros dos.
Las dos parejas y Adrián se van.
-¿Y tu, que haces?
-¿Os puedo acompañar? No quiero volver a casa, me aburro.
-¡Vale! – Responde animada Daniela. 
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Buenas :) Que deciros que se que este capitulo es un poco ñordo, lo siento :$ 
Prometo que los próximos tendrán contundencia, porque empieza la historia de verdad.
Que para los que leáis el blog, que por cierto exactamente no se quienes sois, y esto pues como que me deja como WTF? porque yo escribo y espero que al menos a alguien le llege. Bueno pues que me pongáis un tweet a @PatriAlonso18 o a @Eurotugas diciéndome que queréis que os avise, y así os aviso para los siguientes. Pues nada, esto es todo amores. Osquierooooo! ♥
PD: prometo publicar con más frecuencia. lo he tenido un poco abandonado. 

Capitulo 7: ¿Problemas?.

El sol entra por la ventana de la habitación de Noelia. Reina la claridad.
Lleva bastante rato despierta. No puede parar de darle vueltas en su cabeza a eso que pasó en casa de Raúl. 
 Da media vuelta y se apoya en un codo. Su amiga parece tan inocente durmiendo... ¡Hay que ver como duerme Noelia! ¿Trece horas? Si, prácticamente. Es casi la una del medio día. Anoche llegaron cerca de las once, y estaban tan casadas que apenas tocar la cama ambas se durmieron, ni siquiera tuvieron tiempo para contarse nada. 
 Ya esta. La ha dejado dormir demasiado. Coje su almohada y con todas sus fuerzas la tira en la cara de Noelia.
-¡ Estúpida!- Grita. Se reincorpora rápidamente y mira con odio a la persona que a alterado su sueño. 
-Shhhhhh ¿quieres no gritar? –Ordena su amiga mientras se ríe. 
-Daniela, te odio. –Contesta con furia.
 -¿Por qué me despiertas? ¡Estaba soñando!
 -Ya, y yo aburrida, por eso te he despertado- Y la saca la lengua.
 -Estúpida… 
-¿No tienes otro adjetivo para mi? 
-No. –Da media vuelta y se arropa con la colcha. –Buenas noches. 
-Oh venga Noe no seas vaga. ¡Despierta! –Se levanta y le quita la colcha. 
-Es mi casa, y yo me duermo – Y se vuelve a arropar 
-En fin… No tienes solución. Pero si no te despiertas no te cuento lo que pasó ayer. 
-Estoy despierta. Habla- Dice sin moverse de la cama. 
-Eso no es estar despierta. ¡Vamos escúchame! – La agita la pierna. 
Al final Noelia se da por vencida, se reincorpora y se desarropa. 
-Más vale que sea importante. Habla.
-Mira cuando quieres bien que te despiertas.
-Me habías desvelado. – Comenta como excusa.
 -Ya, ya…. -Dani ¿vas a hablar o me duermo de nuevo? 
-¿Recuerdas algo de ayer? – Pregunta poniéndose seria. 
-Si, creo que me acuerdo de casi todo. Bueno ya sabes… iba algo mal, pero creo que lo recuerdo. Dee iba muy mal ¿no? 
-Si, pero eso no era lo importante. Casi cuando nos íbamos a ir, bajé al baño y… 
-Si, de eso si me acuerdo.- La interrumpe. – Nosotros nos quedamos haciendo el tonto.
 -Vale, pues cuando salí del baño me encontré a Adrián, y le acompañé. Total que estaba intentando coger una bolsa de palomitas que me había pedido cuando… 
Noelia se pone cómoda. Cruza las piernas y se sienta como los indios en su colchón al igual que esta Daniela sobre la cama supletoria. Empieza a estar interesada. Parece que haber interrumpido ese sueño que estaba teniendo donde salían unos chicos de un par de cursos superior al suyo ya no la importa. 
 -Cuando… -Repite su amiga intentando que Daniela termine la frase que ha dejado en el aire. 
 -Pues se quedó mirando mis ojos y yo me puse nerviosa; y hay pasó algo raro, íbamos los dos un poco borrachos, y sin quererlo ni beberlo estábamos besándonos. 
 Noelia no da crédito a las palabras que le esta diciendo su amiga. ¿Besándose? ¿Adrián y Dani? ¿Uno de los chicos de la cafetería? ¿Los que conocieron ayer por primera vez? Millones de preguntas pasan fugaces por su mente. 
 -Un minuto cariño… ¿Me estas diciendo, que tu Daniela, mi amiga, esa que es tan cortada para lo que quiere; me estas diciendo que ayer te besases con Adrián, un chico que vistes en persona por primera vez ayer? –Noelia habla despacio. Espera que en cualquier momento ella diga que es mentira, que no hizo esa locura y que todo vuelva a su cauce.
 -Lo peor no es eso, sino que no hubiéramos parado si Vane no nos hubiera interrumpido. -¿Queeeeeeeeeeeeé? ¿Me estas diciendo que Nube lo sabe? 
 -Si…- Contesta cabizbaja. 
– Tía no se que coño he hecho… 
-Lo sabes de sobra, a ti te va la marcha y este te ha dado la marcha. –Contesta divertida. 
-No joder Noe te estoy hablando enserio. 
 Noelia abandona esa sonrisa divertida y mira a su amiga. Esta hay abajo, en su cama supletoria, con la cabeza agachada y las piernas cruzadas. Daniela es pura energía, todo sonrisa y ahora parece que esa energía y felicidad la ha abandonado. Baja de su cama y se sienta en la supletoria junto a su amiga. 
-Eh, cariño no te ralles. Solo te has besado con el. Nada más. –Agarra su mentón y obliga a Daniela a mirarla a los ojos. Esto dura apenas unos segundos, por que Daniela vuelve a apartar la mirada. 
-Sandía no es eso, es la cosa que apenas le conozco, que no se prácticamente nada de el y que no fue solo un par de besos. Más bien fueron unos cuantos. 
-¿Y que diferencia a Adrián de los demás? ¿De los chicos de las discotecas? ¿Acaso no pasa lo mismo con todos ellos? 
-No lo se Noe, solo se que me siento rara. Presiento que a Adrián lo veré más veces. Y presiento que todo esto ha sido como un error, algo que no debería haber hecho y que me va atraer problemas. -¿Problemas? ¿Qué tipo de problemas?
 -No lo se Noelia, no lo se. Pero ese chico tiene la cualidad de ponerme nerviosa. 
 -Dani dime la verdad ¿te gusta? ¿Qué sentiste cuando te besó? 
-No me gusta. Haber me cae muy bien, y para que lo vamos a negar, Adrián me atrae físicamente. Pero no se, presiento que me he equivocado. 
 Dudas, dudas y más dudas inundan la mente de Daniela. ¿Hizo bien en dejarse llevar por la pasión y los efectos del alcohol? ¿De verdad le traerá problemas como ella piensa? Y en ese caso ¿Qué problemas? Si, definitivamente tiene la cabeza hecha un lío. Maldita adolescencia. Maldito Adrián y maldito alcohol. Daniela maldice demasiadas cosas, pero en realidad la culpa no fue de ninguno de los dos.

Capitulo 6: Guiados por la pasión.


-Necesito un baño… ¿Dónde hay?
- Bajando tienes uno a mano derecha. No te caigas que eres la que vas peor.
-¡Eso te pasa por pecadora! – La acusa Noelia
-Shhh –Se pone un dedo en los labios y sale de la habitación.
Daniela esta un poco mareada, lleva esa chispa que produce el alcohol. Baja con cuidado las escaleras agarrándose a la barandilla. Si, definitivamente va muy mal.
Por fin logra llegar al baño y entra. Puff… esta bastante mareada, lleva una buena encima. Eso la pasa por hacer demasiadas cosas en la vida.
Se mira al espejo, abre el grifo y salpica unas pequeñas gotas de agua en la cara con el intento de despejarse. Antes de salir del baño se mira al espejo y se atusa su pelo ondulado una vez más y sale.
-Eh ¿A dónde vas?
-A por algo de beber que no tenga alcohol… ¡los chupitos afectan mucho!
Y tanto que si afectan mucho. ¿Qué le va a contar Adrián a ella si es la que peor va?
Daniela le sigue por la casa, hasta llegar a la cocina.
-¿Coca cola, Fanta, Nestea o algún zumo como las nenas buenas?
-¿Bromeas? Yo Coca cola como las niñas malas. – Contesta vacilona Daniela.
-Toma anda… - Le tiende la Coca cola recién sacada del frigorífico. – Alcanza del último estante  una caja de Palomitas. Tengo hambre.
-Oye ¿Vives aquí o que? Conoces muy bien esta casa- Pregunta Daniela de forma irónica mientras pone su bebida en la encimera y se pone de puntillas para alcanzar el paquete de palomitas.
-No, ójala viviera en esta casa. Conozco a Raúl desde canijos y solemos pasar mucho tiempo en esta casa.
Adrián observa como Daniela no alcanza la caja. Suelta una carcajada. Es muy cómica aquella situación. Deja su bebida y acude a ayudarla.
Daniela vuelve a intentarlo, y esta vez roza el paquete. Adrián a su lado empuja el paquete y hace que caiga sobre la cabeza de Daniela y las bolsas del interior acaben esparcidas por la cocina.
-¡Cuidado! Me has hecho daño
-Lo siento, no era mi intención
Adrián no aparta la mirada de los ojos de Daniela. Los tiene bonitos, son marrones, un color común, pero en el rostro de ella quedan especialmente bien.
-¿Que miras?- Pregunta nerviosa al sentir la mirada del chico.
-Tus ojos –Responde muy sincero sin apartar la mirada de ellos. -Son preciosos.
-Quita anda, me estas poniendo nerviosa
-¿Te pongo nerviosa?
-Si, cuando la gente me mira a los ojos me pone nerviosa.  
-Mentira. Lo que te pone nerviosa es que yo te mire a los ojos.
El corazón de Daniela se para por una milésima de segundo y vuelve a latir muchísimo más deprisa. Aunque quiera negarlo es imposible, Adrián tiene ese don que la hace ponerse nerviosa.
Sus caras están a escasos centímetros. Ambos escuchan las respiraciones agitadas del contrario. Se miran con deseo a los ojos. Amos quieren conocer el sabor de las lenguas del otro.
Y así como dos imanes situados uno enfrente del otro se atraen con la fuerza magnética. Sus labios se unen como dos piezas de un puzzle.
Los minutos pasan y el calor entre ambos aumenta al igual que los besos. Ambos son testigos de la pasión y del efecto del alcohol.

Una pequeña aclaración de garganta los interrumpe. Los besos paran como el fin de una canción, y ambos se separan rápidamente siendo los mismos imanes que antes pero con polaridades invertidas.

-Perdonar que os interrumpa- Dice Vanesa a ambos muy avergonzada. – Dani, nos tenemos que ir, Dee se esta poniendo muy mal.

Los tres salen de la cocina y ven como Manuel baja las escaleras agarrando a Dennise.
-Suéltame, ya te he dicho que estoy bien. –Protesta cuando pone el pie en la planta principal.
- Dennise te la vas a ostiar, llevas una buena encima.
-Quita Manu, ya me encargo yo. Gracias- Agradece Noelia. –Nos vamos.
Todos se despiden con dos besos en las mejillas. La despedida de Daniela y Adrián es bastante incomoda. Ambos hacen como si nada hubiera ocurrido.

Las Golosas salen a la calle. La noche ha ganado otra lucha más y la luna reina en el cielo. Se marchan con un buen sabor de boca, aquella tarde difícil de olvidar; con un sentimiento, la confusión de aquello que ha sucedido en la cocina; y una promesa, la de volverse a ver. 

Capitulo 5: El juego.


Un sábado de Marzo.

El viendo sopla con fuerzas sus caras, y las hace estremecer. Sus tacones golpean fuertes contra el suelo. Caminan decididas. El muñequito se pone el verde y cruzan.

Los saludos vienen y van al igual que los besos en las mejillas y las presentaciones.

-Buenooo… ¿Qué hacemos?-  Suelta Daniela intentando comenzar una conversación.
- Seguirnos, vamos a ir a un sitio. –Dice Manuel en tono misterioso.
Las Golosas se miran entre ellas ¿un sitio? ¿A dónde cojones las quieren llevar? Intentan confiar en esos chicos y les siguen calle abajo.
Durante el trayecto apenas intercambian palabras ambos grupos. De vez en cuando intercambian alguna mirada entre ellos.
-Oye vosotros ¿Nos pensáis decir a donde nos lleváis?- Pregunta Vanesa tras llevar varios minutos caminando.
Adrián y Manuel intercambian una mirada cómplice y el primero asiente.
-Vamos a casa de Raúl, sus padres no están y su hermana tampoco. –Contesta Manuel mientras anda para tras mirando a las chicas.
-¡Cuidado!
-¡Cuidado!
Noelia y Dennise intentan evitarlo, pero es imposible, Manuel acaba dándose contra el poste de una señal de tráfico que esta en la acera.
-¡Mierda!- exclama enfadado mientras  se frota el lado de la cabeza donde se ha hecho daño. Menos mal que tiene la cabeza dura. –¡Maldito poste!
-Pobrecito. ¿Manu estas bien?-
-Si, gracias Vanesa
-Es aquí -indica Raúl parándose en una verja que rodea a una casa de color pastel.
-¿vives aquí? –Pregunta un tanto anonadada Noelia por tal expectación de la casa.
-Si. –afirma y abre la verja con una de las llaves que guarda en el bolsillo.

Sorprendidos por aquella majestuosa casa pasan al porche, donde les recibe un pequeño balancín y un viejo árbol testigo de muchos sucesos pasados y por pasar. Abren la puerta y tras ser guiadas por Raúl a la segunda planta de la casa entran en una sala que parece de recreativos.
-¿Tienes hasta un billar? ¡Dios mío! – Daniela esta asombrada. Ese chico vive en una casa de dos plantas que tiene hasta una sala de recreativos, con un billar y una gran pantalla plana aparte de mil cosas más.
-¿Qué queréis hacer? ¿Proponéis algún juego?- Pregunta el dueño de la casa refiriéndose solo a las chicas.- Jugaríamos al billar, pero somos impares.
-¿Y a los dardos? ¿Podemos jugar a los dardos?
-Claro.

La partida comienza, Manuel es el que en la primera ronda gana con diferencia, pero muy cerca de el se le pone Vanesa, La Golosa llamada Nube tiene muy buena puntería. En la última ronda se decide todo. Ellos dos son los protagonistas de la partida. Pero finalmente Vanesa es la que gana.

-¡Hay estamos mi nube!-La abraza Dennise.
-¿Nube? ¿La acabas de llamar nube? –Pregunta desconcertado Adrián.
- Si, es su apodo. Al igual que el mío es Caramelo, el de Noe es sandía y el de Dani es Fresa.
-¿Chulerías? ¿Vuestros apodos son chulerías?
-Sí, somos Las Golosas. Nos encantan las chucherías, la vida dulce, las cosas sin complicaciones ni sentido, las cosas divertidas, como las chucherías. – Responde Daniela metiéndose en la conversación.
-Pues vale golosinas,  voy a por una cosa, ahora vengo.
-¡No somos golosinas somos Las Golosas! – Vanesa grita las últimas palabras, pero Raúl ya ha salido de la habitación.
Vuelve al cabo de unos minutos con una bandeja.
-¿Chupitos de Vozka?- Pregunta Noelia al ver a Raúl con la botella y siete pequeños vasos de chupitos.
Esta le ayuda a poner la bandeja en la mesa y se sientan alrededor de ella.
- “Yo nunca …” ¿Verdad Raúl? –Deduce Manuel mientras coloca un vasito enfrente de cada uno.
-Exacto ¿Sabéis jugar no?
-Claro que sabemos. –Aclara la Caramelo. Anda que no se habrán tirado tardes jugando a ese juego.
-Vale pues… ¿Quién quiere empezar? –Pregunta mientras rellena todos los vasos.
- Yo, que para eso he sido la ganadora. –Se auto elige Vanesa. –Yo nunca he perdido a una partida de dardos.
Todos beben excepto Vanesa.
-Mira que eres mala persona eh…- Dice Adrián mientras rellena de nuevo los vasos.
-Yo nunca me he hecho fotos en ropa interior- Dice Manuel.
Daniela bebe y todos la miran atónitos.
-Coño el bikini es igual que la ropa interior.
-El bikini no vale. –apunta Manuel
-Vale pues como si no hubiera bebido. Es que tenéis que explicaros porque si no voy a acabar como una cuba. Vale me toca. Yo nunca me he disfrazado del sexo contrario.
Los tres chicos ríen al recordar aquella vez en el campamento y beben.
-Yo nunca he besado a una persona de mi mismo sexo.
Las Golosas beben. Entre ellas se han dado muchos picos en alguna que otra fiesta.
-Hay que ver que malotas estáis hechas eh…- Dice Raúl con un tono irónico quien fue quien dijo la frase anterior.
-No somos malotas como tú dices, somos cariñosas- Suelta Dennise. –Yo nunca he visto a alguien caerse en público y me he reído.
Todos beben claramente. ¿Quién no hace eso?
-Yo nunca he soñado que me lo montaba con alguien.
Todos beben menos Vanesa.
-¿Cariño enserio que nunca lo has soñado? –Pregunta Noelia que es la que ha formulado la pregunta
-Pues no, no tengo una mente tan salida como la vuestra.
-Ya pero mira, incluso Dee ha bebido, aunque no sabemos con quien se lo habrá montado en sueños….
-Seguro que disfrutó como una perra.
-Serás guarra Dani. –Y Dennise se hecha encima de Daniela a hacerla cosquillas.
-Golosinas que haya paz….
-Que no somos Golosinas. ¡Somos Golosas!- Dicen las cuatro al unísono.
-Vale vale Golosas no me comáis… -Se defiende Adrián.
Más chupitos, más risas y miles de confesiones que se revelan en aquel juego. La temperatura aumenta por culpa del alcohol, pero la tarde aun no ha terminado y miles de cosas más pueden suceder.